La primera cosecha en el jardín de La Magistral ha traído abundantes cítricos: naranjas y mandarinas, maduradas en el árbol y ecológicas.
Gracias a esta primera cosecha nos hemos aprovisionado de algunos elementos esenciales para postres: Piel de cítrico confitada, salsa de caramelo a la naranja, mousse de mandarina y yogurt...
Sin embargo el excedente de mandarinas que estamos recogiendo nos ha obligado a buscar una solución creativa: unos cuantos botes de mermelada, tan laboriosa como deliciosa y con un toque de color y sabor distinto y original, el azafrán.
Ingredientes:
1 litro de zumo de mandarina
la cáscara de 10 mandarinas
750 gr de azúcar
una cucharada de glucosa líquida
una pizca de azafrán (10 estambres es suficiente)
Una vez obtenido el zumo, recuperamos la piel de 10 mandarinas. Hay que rascar bien la parte interior con un boleador para quitar los restos de pulpa y la parte blanca, responsable del sabor amargo de la piel de cítricos. Es interesante seleccionar mandarinas con la piel gruesa ya que son más resistentes y se pueden manipular mejor, por suerte las frutas de nuestros dos árboles son ideales para esta receta.
Una vez hemos conseguido la piel limpia, la cortaremos a tiras finísimas que herviremos en abundante agua durante diez minutos, esta operación ayuda a restar amargor a la preparación.
Cocemos a partir de frio el zumo, las tiras de piel y el azúcar, añadiremos el azafrán ligeramente tostado (podemos dejarlo entero para que resulte más vistoso)
Dejamos cocer unos 30 minutos, o hasta que la mermelada empiece a espesar. Añadimos la glucosa y repartimos en botes esterilizados, tapamos y volteamos los recipientes, dejamos enfriar así.
Fotos: Manel Úbeda y Núria Gras
Texto: Núria Gras
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