La fotografía es capaz de hablar del tiempo y condicionar los recuerdos de la memoria. La imagen fotográfica nos es necesaria para preservar ese tiempo, los hechos y las cosas —y es así desde los comienzos del medio.
Me han fascinado siempre los lugares, los espacios o las cosas que, habiendo sido muy importantes y esplendorosos, acaban cayendo en la decadencia, el olvido y el abandono. Seguro que siempre hay un porqué —o más de uno—, pero entiendo que son más interesantes las preguntas que las respuestas. ¿Por qué se construyó así? ¿Quién lo encargó y por qué? ¿Quién ha pasado por aquí? ¿Por qué se ha dejado?
Es fácil a menudo hacer una especie de reconstrucción e imaginarse la historia vinculada a un determinado motivo. Seguro que casi nada debe de tener que ver con la historia real, pero no importa; lo que cuenta es lo que sentimos ante determinados sitios.
En esos espacios en decadencia, en cada rincón, se pueden encontrar restos, huellas, inscripciones y objetos que nos hablan del lugar, el tiempo y también de las personas. Los planos cortos, la luz difusa y las texturas están al servicio de una mirada que intenta zambullirse en unas historias escritas por el tiempo.
MANEL ÚBEDA
©Manel Úbeda |
©Manel Úbeda |
©Manel Úbeda |
¡Estupendas imágenes Manel! Y que bien que se exhiban en una galería que nos trae tantos recuerdos de cuando comenzábamos. Roda el mon i torna al born.
ResponderEliminarUna abraçada
Una maravilla, tanto las imágenes como su nexo.
ResponderEliminarGuardeu-me un recordatori de paper. Gràcies.
ResponderEliminarPer descomptat Joana. Un gran petó!
ResponderEliminarExcelente artículo
ResponderEliminarTal vez os interese leer la entrevista a Manel, con motivo de esta exposición
http://pervive.com/blogs/general/manel-ubeda-poco-a-poco-el-olvido/